En mi día a día, la tecnología está en todas partes, ya son 26 años de carrera en TIC. Desde teléfonos hasta routers, vivimos rodeados de dispositivos que nos conectan, nos entretienen y nos hacen la vida más fácil. Pero, ¿alguna vez te has preguntado qué pasa cuando ya no sirven? La mayoría de estos equipos terminan acumulándose como basura electrónica, un problema del que pocos hablan.
La idea ha surgido al ver la enorme cantidad de basura electrónica descartadas incorrectamente al lado de los contenedores de recogida además del gran volumen de este tipo de equipos que irían para descarte, donde me he preguntado cómo dar vida a estos materiales, para reutilizarlos de alguna manera antes de encaminarlos al sitio adecuado.
¿Qué pasaría si, en lugar de simplemente desecharlos, les diéramos un último espectáculo? Así nació la "Liga de Destrucción de Basura Electrónica", donde los competidores que irían para descarte o que estaban descartados incorrectamente tienen su resistencia puesta a prueba, generando desde momentos de ASMR hasta aplastamientos y piezas volando.
¿Te atreves a acompañarme en este viaje hacia la destrucción tecnológica?
Para este reto, conté con la ayuda de otros materiales reaprovechados y herramientas como martillos e incluso un soplete para poner a prueba a estos titanes tecnológicos. Y no solo eso, hemos dado vida a los personajes, con algunas características comportamentales además de datos curiosos sobre los equipos de telefonía y telecomunicaciones.
Es momento de iniciar el espectáculo. Dejamos atrás la vida cotidiana donde simplemente reemplazamos la tecnología por una nueva, y ahora nos adentramos en el proceso de destrucción, donde solo el más resistente sobrevivirá. ¡Que comience la Liga de Destrucción de Basura Electrónica!
Ha sido casi un año desde la concepción de la idea, preparación del canal, recogida de materiales, grabaciones, ediciones y publicación. Os dejo el enlace del video de youtube donde explico como todo empezó y como será la competición.
Uno a uno, teléfonos, routers y otros equipos tecnológicos serán sometidos a brutales pruebas de resistencia: test de caída (droptest), golpeados con fuerza, aplastamientos e incluso expuestos a fuego (de modo consciente, por cierto). Cada dispositivo enfrentará su propia batalla, y no todos aguantarán.
El enfoque ha sido simple: grabar cada prueba con dos cámaras siendo una en cámara lenta para registrar cómo los competidores se resisten a las pruebas. Con cada golpe, nos acercamos más a ver cuál es el verdadero campeón. A medida que los teléfonos se rompen y los routers se despedazan, es emocionante ver cómo algunos aguantan más de lo que esperaba.
Llegará el punto crítico: uno de los dispositivos parece imbatible y resiste a todo lo que le hemos lanzado. Es casi frustrante ver cómo no cede, pero en la final le tocará la última prueba: la más extrema. ¿Podrá resistir o finalmente caerá?
El premio no es solo descubrir qué dispositivo tiene la mayor resistencia. Al destrozar estos gadgets, también desvelamos lo que hay dentro, los materiales que los hacen tan duraderos (o no). Además, reflexionamos sobre el impacto que estos productos tienen cuando los desechamos sin más.
Tras la última prueba, finalmente tendremos un ganador. Un dispositivo habrá demostrado ser más resistente que el resto, y nos deja una lección: la tecnología está diseñada para soportar mucho, pero todo tiene un final. No es solo destrucción; es un recordatorio del ciclo de vida de los objetos que usamos a diario, la obsolescencia y la posibilidad de alargascencia.
Concluiremos nuestro viaje regresando a la realidad, donde la basura electrónica sigue siendo un problema creciente. Pero ahora lo vemos desde una nueva perspectiva, sabiendo más sobre lo que hay dentro de nuestros dispositivos y cómo terminan cuando ya no los usamos.
Después de este proceso, me doy cuenta de algo: no se trata solo de destruir, sino de aprender. Cada dispositivo destruido es una oportunidad para repensar cómo manejamos la tecnología y el impacto ambiental que generan cuando los desechamos sin cuidado y de reflexionar antes de la próxima compra. Quizás podamos hacer algo mejor la próxima vez.
La tecnología, al igual que nosotros, tiene un ciclo de vida. A través de la "Liga de Destrucción de Basura Electrónica" veremos cómo, a pesar de su resistencia, todo llega a su fin. Pero la verdadera lección está en lo que hacemos después: ¿cómo reciclamos? ¿Cómo cuidamos el planeta? Al final, lo que importa no es cuánto resista un dispositivo, sino cuánto resistirá el planeta que habitamos.
¿Porque no aprender divirtiéndose?
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Credits: Guión y producción: @instructor.picolo
Grabación: iPhone
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